Cuando salieron los AirTags, no entendía por qué causaban tanto revuelo. Pero después de probar uno, rápidamente me di cuenta de lo útiles que son para localizar casi cualquier cosa, ¡incluso a mi perro!

Si bien los AirTags no son los localizadores más económicos, ofrecen un gran valor para quienes quieren mantener controlados objetos importantes. Configurarlos es muy sencillo: solo los conectas a tu celular y cuenta, y automáticamente se integran a la red de Buscar. Esto significa que puedes localizar tu AirTag fácilmente siempre que esté cerca de cualquier iPhone, lo que los convierte en uno de los mejores localizadores para usuarios de iPhone.

Su tamaño compacto, la batería CR2032 de larga duración y el rastreo seguro y privado hacen que los AirTags sean perfectos para todo, desde llaves hasta equipaje. Mucha gente los usa para rastrear sus maletas cuando viaja, y yo incluso le puse uno al collar de mi perro para estar más tranquila. (Aunque no es una recomendación oficial, funciona bien en zonas urbanas donde hay muchos dispositivos cerca).

Si vives en una zona rural, quizá te convenga más un rastreador GPS especializado para mascotas. Como los AirTags no incluyen funda, también compré una funda resistente para sujetarlo bien al collar o arnés de mi perro.

Es importante mencionar que los AirTags funcionan mejor con iPhones. Si usas Android, considera alternativas como el Tile Life360 Mate, compatible tanto con dispositivos Apple como Google y que actualmente se puede encontrar a muy buen precio.